Estas vacaciones he tenido la oportunidad de irme de crucero por el mediterráneo, visitando ciudades de Italia y Francia que a continuación os contaré.
Nos embarcamos en Barcelona en un crucero de la compañía Pullmantur. El crucero duraba 1 semana. La verdad es que la experiencia ha sido totalmente satisfactoria, tanto para mi como para mi familia, que me acompañaba. Lo que destacaría sobre el resto, dentro de este barco y esta compañía, sin duda es la animación dentro del barco y así como la atención, personalizada y de diez👍👌. Las instalaciones dentro del barco estaban bastante aceptables. Quizás por decir algo negativo, los camarotes. El nuestro era de cuatro camas, y se quedaba un poco corto.
El primer día solamente navegamos hasta llegar al puerto de Nápoles. Para los que les pueda agobiar pensar que no pueden salir del barco durante un día entero, ¡que no se preocupen! hay un montón de actividades que hacer organizadas por la dirección del crucero. A todos los puertos se llega temprano, para poder aprovechar la mañana y parte de la tarde y visitar la zona.
Las excursiones las puedes contratar con la compañía que haces el crucero o bien con otra que tu elijas. Nosotros, las contratamos con Shore2Shore. Ellos te llevan y te traen en autobús y hacen visitas guiadas. En Nápoles fuimos a visitar Pompeya, antigua ciudad romana sepultada por el volcán Vesubio. El patrimonio que allí se puede visitar es de un valor incalculable, totalmente recomendado, pero eso sí, es necesario llevar mucha agua y gorras, sobretodo si se visita en verano.
La segunda parada fue Roma. Qué puedo decir más que no se haya dicho de ésta bella y eterna ciudad. Yo nunca había estado, y sin duda volveré porque en un día poco se puede visitar, pero bueno, para hacerse una primera idea no estuvo mal. Aquí unas fotos de la visita y de los principales monumentos de la ciudad




Al siguiente día llegamos al puerto de Livorno. Nosotros aprovechamos para visitar tanto Pisa como Florencia. En Pisa nos llovió muchísimo y solo nos sacamos la típica foto con la torre y el conjunto religioso del Baptisterio y la iglesia. En Florencia ya el tour fue más largo. Visitamos el Ponte Vecchio, el Duomo Santa María del Fiore , el Palacio Vecchio y diferentes barrios pintorescos.

Es una ciudad muy cosmopolita y con mucha diversidad a la que generalmente al turista lo tratan bastante bien.

El último puerto fue Sète, pueblo que se caracteriza por el buen marisco que se puede degustar, concretamente las ostras.
Después de todas las cosas que se visitan y del poco tiempo que hay para hacerlo, os podréis imaginar que el descanso brilla por su ausencia. Cuando llegas al crucero solamente te apetece tirarte a la piscina😂. Ha sido una experiencia que recomiendo totalmente.